Fengjie es real, es una de las ciudades más antiguas de China. Y Naturaleza Muerta es hermana del documental Dong, las dos reflexiones de Jia Zhang-ke sobre el efecto de la presa de Las Tres Gargantas sobre los pueblos de China.
La Presa de las Tres Gargantas
El proyecto, la obra hidráulica más grande del mundo, que se propuso por primera vez en 1919 pero se aprobó en el 93, tiene como finalidad, además de generar energía, controlar los aumentos de caudal durante la época de lluvias y abastecer de agua a una gran parte de la población china.
Pero, cuando la obra haya acabado en 2009, habrá sepultado más de 140 pueblos bajo las aguas. Eso, además de incalculables pérdidas medioambientales y la destrucción de una gran parte del patrimonio artístico, arqueológico y cultural.
La conocida periodista china Dai Qing fue una de las primeras en denunciar el desastre social, económico y medioambiental que la presa significaría para China. A primeros de 1989, publicó Yangtze! Yangtze!, una colección de ensayos y entrevistas con científicos e intelectuales chicos que se oponían a la presa.
El libro fue prohibido y su autora encarcelada durante diez meses, acusada de haber provovado las revueltas de Tiananmen. Desde entonces, el tema ha levantado mucha polémica, dentro y fuera del pais.
Ganando a la censura
Naturaleza Muerta se estrenó en China el diciembre del año pasado, al mismo tiempo que La maldición de la Flor Dorada, de Zhang Yimou. No fue una coincidencia: Jia Zhang-ke quería provocar un debate entre el director oficial del régimen, responsable de grandes superproducciones románticas con gran lujo ornamental, y su película sobre la presa. Según el propio director, los medios no publicaron nada y, aunque salieron 48 copias, sólo se autorizó su proyección en un pase matinal.
Sin embargo, tuvo su pequeña venganza: la película ha vendido más de 600.000 ejemplares en DVD y ha recibido muchos premios fuera de China, entre ellos el León de oro de la Mostra de Venecia. Al recoger el premio, Jia Zhang-ke dio las gracias a todos aquellos que le ayudaron, a espaldas de los organismos oficiales chinos.
La suerte del perdedor
Zhang-ke dice que trabajar al mismo tiempo en un documental y una película con el mismo fondo le ha ayudado a sentirse menos perdido. El documental Dong, que se estrenará en junio, sigue por el mismo paisaje la vida, obra y contexto del pintor Liu Xiao-dong, amigo del director desde 1990.
"Habría que tener acceso a las salas digitales -se lamenta Jia Zhang-ke, que no las tiene todas consigo- pero el Estado reserva el acceso a las películas oficiales". Por supuesto, siempre le queda internet, donde la denuncia se extiende como una plaga y los disidentes están en casa.